Hoy en día hablamos de necesidad educativa especial (n.e.e.) o habilidades diferentes, cuando un niño tiene una dificultad para aprender significativamente mayor que los demás niños de su misma edad o si sufre una incapacidad que le impide o dificulta el uso de las instalaciones educativas que generalmente tienen a su disposición los compañeros de su misma edad. Decir que un alumno presenta habilidades diferentes, es una forma de decir que para el logro de los fines de la educación precisa disponer de determinadas ayudas pedagógicas o servicios. De esta manera, una necesidad educativa se describe en término de aquello que es esencial para la consecución de los objetivos de la educación.
La música enriquece la vida de todas las personas, ayuda a todo ser humano, por eso es necesario que rodee al niño con habiliadaes diferentes un ambiente musical rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiológico y social equilibrado.
Thayer Gaston afirmó que nunca podremos lograr el placer total de nuestra capacidad de humanos a menos que crezcamos y nos desarrollemos dentro de un ambiente musical rico. La falta de estímulos sensoriales repercute negativamente en el desarrollo intelectual, llegando incluso a conflictos conductuales. Cada estadio de la vida del ser humano necesita una serie de estímulos sensoriales adecuados, que si se le niegan, repercutirá en su desarrollo intelectual y emotivo y por supuesto en toda su personalidad.
Uno de los principales problemas de las personas con habilidades diferentes, es el de la comunicación, les resulta difícil expresarse, relacionarse... Esto puede ser debido a su carencia de vocabulario, su uso limitado de palabras... La música, es una vía de comunicación no verbal, conlleva la expresión de emociones y de acciones que no precisan de una organización lingüística ni de explicaciones; por medio de la música el niño con n.e.e. encuentra el camino de relación y expresión de sus sentimientos.
Con frecuencia, el niño tiene conciencia de su falta de desarrollo y de su disminución; éste tipo de vivencias afecta directamente a su autoestima. Pero con la música, al ver que pueden realizar las mismas actividades que sus compañeros de clase: cantar, tocar algún instrumento... sienten una gran satisfacción, y empiezan a considerarse miembros del grupo, integrándose plenamente en él. La música les da la oportunidad de desarrollar el sentido de grupo y la posibilidad de adaptación social.